BENEFICIOS DEL ACOMPAÑAMIENTO FAMILIAR
Ser el primer recurso para suavizar el dolor no es el único
beneficio que proporcionan los familiares a los menores hospitalizados.
Las investigaciones apuntan otros aspectos que repercuten de forma positiva en
los pequeños:
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Se acorta
la permanencia del niño en el centro.
Ocurre cuando un familiar, sobre todo si es uno de los padres, se queda con su
hijo y duerme con él durante toda su estancia hospitalaria, afirman los
expertos.
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Disminuye
el estrés emocional, tanto de
los pequeños como de los padres.
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La
eficiencia del tratamiento recibido aumenta cuando los padres actúan como colaboradores, y no como meros
espectadores del proceso de hospitalización.
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Cuando hay que realizar tratamientos
dolorosos, la presencia familiar tranquiliza al niño y facilita
su cooperación en el procedimiento.
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Además, advierten los especialistas, la
separación del pequeño de su familia por su enfermedad puede desencadenar en
diferentes reacciones emocionales.